sábado, 8 de marzo de 2025

Nuestros entrañables corruptos

 

Nuestros entrañables corruptos


España no es un país especialmente corrupto, tenemos unos buenos ejemplares, pero como en casi todos los lugares. Básicamente hay estados con más y mejores controles y una justicia más eficaz, pero la "esencia humana" es parecida. En medio de la pandemia mientras la mayoría de los ciudadanos y de las administraciones cumplían con lo que de ellos se esperaba a algunos se les encendió el radar del fácil negociete.

Básicamente nuestros corruptos son de dos tipologías:

Los pobres, plebeyos que roban sin estilo. Han accedido a un puesto político o administrativo, normalmente de segundo escalón y cuando ven una oportunidad pillan lo que pueden. Tienen una vida muy cansada ya que no cuentan ni con la formación ni con los medios para ocultar sus delitos. Les suelen pillar rápido ya que parece que no han aprendido lo que cualquier aficionado al cine negro sabe: no hay que mostrar de pronto signos evidentes de riqueza. Suelen terminar en la cárcel.

Luego está el otro grupo, los que ya son ricos, los que han nacido con todas las oportunidades y nunca han tenido la más mínima preocupación por cómo alimentar y cuidar a su familia . Pero aún así quieren más. Normalmente se comportan, cuando los pillan, de forma altanera. Piensan: si España es nuestra a qué viene que me pidan cuentas. Hemos visto ya demasiados casos de tipos y tipas que teniéndolo to como dice la letra de la copla quieren más. Tienen ejércitos formados por los mejores abogados y normalmente salen impunes.

Todos somos iguales, pero algunos más iguales que otros ya lo decía Orwell.

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