jueves, 5 de septiembre de 2019
Copiar y aprender
Aprender para el lunes 16 de septiembre.
Gloria Fuertes.
Cangura para todo.
Sonó el timbre.
El señor abrió la puerta.
La escalera estaba muy oscura.
Alguien, con un pañuelo atado a la cabeza, le entregó una tarjeta que decía:
«SE OFRECE CANGURA MUY DOMESTICADA PARA DOMESTICA»
-Pase, por favor; llevamos un mes como locos sin niñera ni cocinera. Siéntese.
El señor abrió de par en par la ventana y de par en par los ojos.
Ante él tenía un canguro imponente.
-¡Pero bueno!
¿Pero cómo?
¿Pero cómo ha llegado usted aquí?
-Pues saltando, saltando, un día di un salto tan grande que me salté el mar.
-¡Clo ! ¡Clo ! -el señor parecía que iba a poner un huevo, pero era que llamaba a su esposa, que se llamaba Dulce Mariana Clotilde del Carmen, pero él, para abreviar, la llamaba Clo.
Apareció Clo y desapareció al mismo tiempo gritando: -¡Dios mío, hay un canguro en el sofá! ¡Un canguro!
-Cangura, señora, cangura, soy niña -aclaró el animalito, estirando sus orejas y lamiéndose las manos.
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