miércoles, 29 de octubre de 2025
Negacionismo científico
Europa ha sido históricamente el continente que más ha aportado a la ciencia, tanto a las ciencias experimentales como a las ciencias sociales. La base de nuestra cultura está en el mundo griego y en la multitud de colonias que fundaron por el Mediterráneo. Todos hemos estudiado en el colegio a Platón, Aristóteles, Arquímedes, Pitágoras...los romanos grandes ingenieros no fueron tan originales en sus aportaciones al conocimiento científico. La Edad Media, últimamente reevaluada, no supuso un avance y habrá que esperar al Renacimiento y sobre todo a la Revolución Científica que empieza en el XVII y continua con La Ilustración en el XVIII. El siglo XIX y los primeros años del XX son asombrosos por la cantidad de descubrimientos y las brillantes teorías científicas que surgen. A partir de los años treinta del XX y con la aportación del Nazismo el núcleo principal de la vida científica se instala en los EEUU gracias a la emigración de genios, la mayoría judíos, que huyen de una Europa enloquecida y se refugian en las universidades estadounidenses. También muchos científicos españoles se instalaron en universidades iberoamericanas huyendo de la represión franquista.
Siempre hemos admirado a los científicos y hemos entendido que con sus aportaciones han conseguido hacer un mundo más habitable.
Sorprende la nueva ola anticientífica, el constante ataque a la racionalidad y la apuesta por lo "magufo". Y también sorprende el orgullo de la ignorancia. Por primera vez tenemos a sujetos que en vez de avergonzarse de su ignorancia se enorgullecen de ella.
Lo mismo un burro que un gran profesor dice el tango Cambalache.
Eso mismo.
La ola reaccionaria
Los jóvenes y la ola reaccionaria
Quienes me conocen saben que he dedicado mi vida profesional, algo más de cuarenta años a la educación y han pasado por mis aulas miles de alumnos. He visto como poco a poco los chicos iban cambiando y nada tienen que ver cómo eran mis primeros alumnos en los años ochenta del siglo pasado con la democracia recién estrenada con los últimos que he tenido. Ni mejores ni peores, distintos. Y son distintos porque los tiempos cambian y los primeros que notan los cambios son los más jóvenes.
Hoy se está produciendo un fenómeno preocupante en los institutos, se están asumiendo como normales posturas y postulados de la ultraderecha que ya eran antiguos en los años ochenta. Es una tendencia que afecta a los chicos, las chicas normalmente más maduras y más inteligentes tienen visiones más moderadas.
La inseguridad de muchos niños/jóvenes hace que abracen ideologías con propuestas que de llevarse a cabo supondrían una vuelta al pasado más casposo..
Ellos piensan, se les ha inducido desde las manipuladas redes, en un pasado idealizado que nunca ha existido. Algunos reivindican el franquismo sin tener ni idea de lo que fue el franquismo. Otros compran mercancía averiada y piensan que el mundo cripo les va a solucionar sus angustias económicas reales o fingidas. Y demasiados de ellos abominan del feminismo y dicen: el feminismo ha llegado demasido lejos sin pensar cómo de lejos o de cerca tiene que llegar. El mundo ha cambiado y las mujeres no van a permitir un retroceso de sus avances. El pasado no va a volver.
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